sábado, 1 de noviembre de 2008

El castillo de Lucifer

Un hombre de edad avanzada trabajaba de constructor de barcos y ya había juntado dinero como para retirarse. Fue entonces cuando escucho el rumor : había una ciudad donde las calles estaban regadas de oro y pensó que su retiro seria más placentero en ese lugar. Así que gastó gran parte de sus ahorros para ir a la supuesta ciudad de oro.
Pero en esta ciudad la vida era tan dura como en cualquier otro lado. Así que hizo lo mejor que sabia hacer: construyó una nave, esta vez para él.
Se convirtió en una especie de marino mercante y hubo un momento en el que tuvo dinero suficiente como para pensar en retirarse. Pero una tormenta durante uno de sus viajes le arrebató una vez más sus sueños. Destruyó su nave y lo envió a una isla de buen tamaño pero desierta. Como aún conservaba su yesca pudo hacer fuego y consiguió una gran tortuga como alimento. Al día siguiente encontró algunos aparejos y el mástil de la nave, y junto con un poco de madera de los árboles cercanos construyó un velerito andrajoso. Así pudo conseguir comida como huevos de tortuga o peces.
Pronto armó su vida de esta manera y de vez en cuando cambiaba algunas cosas como huevos de tortuga a algún navegante a cambio de utensilios de primera necesidad o manjares para variar el menú.
Un día, como para hacer algo pensó y al pensarlo lo dijo:
---- ¿Que estará haciendo Lucifer?
Y el diablo, como cada vez que lo nombran, apareció.
El náufrago, como para disimular el miedo que le tenía se sentó a charlar con él de las delicias de la vida en el mar. Hasta que el diablo dijo:
----¡Basta!¡Me tentaste! Te pido que me lleves en tu bote al mar y a cambio te daré la oportunidad de que me hagas 3 preguntas y si yo las respondo mal te daré lo que me pidas (el diablo se tenia por sabio).
Cuando estuvieron en alta mar el hombre le pregunto:
----¿ Por qué los tiburones comen otros peces y no algas?
----No sé, nunca me interesaron lo animales por que no tienen alma
----Vale, pero me anoto un punto.
Luego le preguntó:
---- ¿Por qué los cangrejos caminan de costado?
----¡Por mi abuelo! Y sigue con los animales.
----No importa, me anoto otro punto
Por último cuestionó:
----Hace un momento dijiste: “por mi abuelo” ¿Quién fue tu abuelo?
El diablo nunca se había interesado en sus antepasados así que respondió:
----Tú ganas, pide tu deseo.
----Quiero un castillo completo, con sirvientes y todo.
En cuanto llegaron a la orilla le fue concedido el deseo, luego el diablo le pidió que no le dijera a nadie de su vergonzosa derrota.
El hombre vivió feliz hasta el fin de sus días (que terminaron cuando se atragantó con el carozo de una aceituna en su castillo).

Seudónimo: Dior Eluchil
NIVEL : A
CATEGORIA : DE LA IMAGEN A LA PALABRA

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