viernes, 17 de octubre de 2008

El vínculo con su padre.

Había una vez, un niño llamado Enrique que vivía en una casa muy humilde con su padre, ya muy anciano, y sus tres hermanos menores, David, Jeremías y Esteban. Su padre le había dicho que comience a hacerse cargo de la casa, ya que a él le quedaba muy poco tiempo de vida, y cada vez iba empeorando.
Un tiempo después el anciano falleció, el joven era muy chico para hacerse cargo de sus tres hermanos y todas las responsabilidades, así que ante la desesperación decidió distribuir a sus hermanos en otras familias. El duelo fue muy duro para él, pero sabía que no tenía otra opción.
Enrique había quedado solo, sin nadie en su casa, apenas pudiéndose alimentar, aburrido y triste, deseaba que lo ayudaran…De repente alguien toca a su puerta. El muchacho sobresaltado corre hacia ella y la abre.
Una hermosa joven estaba frente a él, realmente quedo maravillado de tanta belleza, hasta pensó que era un ángel, entonces se decidió hablar:
- Hola, buenos días, ¿qué se le ofrece señorita?, y si me disculpa mi atrevimiento me gustaría saber su nombre. .
La joven con una vos muy dulce respondió:
-Hola, me llamo Suspiro, soy la mensajera de la gran escuela de magia del pueblo de Masulia, y he venido a preguntar a todos los habitantes de Fréseo, si gustarían ser parte de la escuela, ya que volvió a abrir sus puertas.
Enrique de lo maravillado que estaba con Suspiro, no le prestó atención a lo que decía, por lo tanto lo primero que se le cruzó por la cabeza para decir fue: -si.
Suspiro, se molesto un poco por la breve respuesta, así que decidió preguntarle otra vez:
- Joven, ¿está dispuesto a integrar la escuela de Magia del pueblo de Masulia?
El joven se dio cuenta que la mensajera estaba con una postura muy firme hablando, así que esta vez le prestó suma atención. Sin dudarlo un segundo, respondió:
-sí, señorita, integraré la escuela.
Suspiro entonces le dijo:
-Perfecto joven Enrique, esta tarde lo esperamos en la escuela junto a todo el otro grupo de compañeros, asegúrese de no perderse en el bosque de los 7 duendes, ya que le harán una prueba que lo mareará bastante, usted solo acuérdese de ir tomado de la mano firmemente con un compañero del grupo. Hasta luego.
Así se retiró la mensajera.
El muchacho, un poco más contento, por emprender un nuevo camino, fue a reunirse con sus compañeros del grupo, para comenzar a marchar hacia la escuela.
Recordando lo que le dijo la mensajera, eligió a un compañero para cruzar el bosque de los 7 duendes. Su compañero se llamaba Néstor, era todo lo contrario a él, rico, tenía una familia completa, apuesto, se podría decir que Enrique estaba un poco celoso, pero para él eso no era lo principal.
Al momento de cruzar el bosque, tomó firmemente a Néstor y emprendieron juntos el viaje.
Después de un largo tramo del camino se aparecieron los duendes, que realmente no eran muy amistosos, solo el jefe se enfrentó al grupo de Fréseos diciendo:
-Me llamo Cóndor, y soy el mejor de mi aldea, por lo tanto soy el que la representa, nadie pasa por este bosque sin mi autorización, por eso, decidí elegir a uno de ustedes para que realice la prueba en representación de su grupo, si lo hace pasarán libremente.
El joven, sabiendo que él no estaba en su mejor momento cruzaba sus dedos de la mano, como amuleto para que no lo eligieran.
De repente se escucha una voz muy gruesa que grita:
-El muchacho, Enrique es el elegido para representar la prueba! Estamos plenamente decididos.
En ese mismo instante la cara del joven cambió totalmente, pero sin discutir en ningún momento la palabra del jefe de los duendes, aceptó realizarla.
-Hemos decidido que la prueba consista en recolectar el trébol sagrado del bosque. Te costará. Te damos hasta la medianoche, sinó serás sentenciado a muerte! – dijo el jefe.
Enrique con mucho temor comenzó a buscar el trébol.
Nada aparecía, y él estaba cada vez más nervioso, por la idea de llegar tan joven y de una manera tan injusta a su fallecimiento.
A una hora de la medianoche el joven halla el trébol sagrado, estaba muy lejos de donde se encontraban los duendes y su grupo, así que emprendió el viaje para tratar de llegar a tiempo.
Faltando un minuto para la medianoche, unos duendes comienzan a festejar diciendo:
-Otra cabeza de humano más para comer! Éste muchacho no llega antes de la medianoche!
De repente alguien aparece de los árboles con un trébol brillante en la mano.
-Es Enrique! Nos salvaste para ir a la escuela – grita Néstor muy contento.
Todos los fréseos festejan, excepto los duendes que con un enorme asombro aceptan su derrota enojados, dándole el pase por el bosque al grupo libremente.
El grupo volvió a retomar su viaje, que no tardo mucho en llegar a la escuela de Magia de Masulia.
En el momento que tocó ingresar a la institución todos comenzaron a marearse, estaban muy distraídos, ya que en su cabeza se aparecían imágenes muy confusas.
Por suerte apareció un Maestro muy importante, que con un hechizo de magia, devolvió a los integrantes del grupo la tranquilidad en sus cabezas.
De repente el maestro con muy buen humor habló: -Muy buenos días! Soy el gran Mago Sórbont de esta escuela, veo que están muy cansados, así que les indicaré cuales son sus habitaciones. En esta escuela hay cinco importantes escaleras, que para los integrantes del grupo que no están acostumbrados a ellas, les van a parecer un poco extrañas.
De inmediato el maestro hace aparecer en su mano un papiro, donde ya tenía anotado el nombre con la habitación de cada uno de los nuevos muchachos, y comenzó a dirigir.
Una vez Enrique ya con su número de habitación se alejó del grupo y empezó a investigar hasta llegar a ella.
El lugar era todo en blanco y negro, muy habitado, con plantas, muchas puertas y ventanas, y lo más original y extraño, todo dado vuelta por donde se lo mire.
El joven al principio creyó que estaba soñando, o loco por ver las cosas de esa manera, por eso decidió preguntar a un chico que encontró por el camino.
-Discúlpame amigo, ¿puedes asegurarme que estoy loco por ver las cosas todas dadas vuelta?
El muchacho muy simpático respondió:
-No te preocupes amigo, tienes los mismos síntomas que yo cuando recién ingresé aquí, así que supongo que eres nuevo. Igualmente, ya se te pasará, perdón, espero que se te pase, salvo que tengas la gran alergia de emoción sobresaltada!... Eso sí que no es bueno!… - señaló por último el muchacho con una voz más apagada…
Enrique un poco preocupado le preguntó:
-¿Me puedes explicar eso de la alergia de emoción sobresaltada?
El amigo le dijo:
-Lamento desilusionarte, ya que apenas has llegado, pero la alergia de emoción sobresaltada, se provoca cuando uno viene de una noticia triste y luego entra en este lugar, toda tu cabeza olvida los recuerdos agradables y recuerda puntualmente los episodios no tan alegres, es decir, los recuerdos tristes, así que de tanta pena no puedes, ni quieres salir de tu cuarto asignado, por eso te vas debilitando hasta llegar aceptar tu ida. Para estar seguro pregúntale a Sórbont. Esto es todo lo que te puedo contar.
Enrique le agradece, y como estaba muy deprimido no tuvo ganas de preguntarle al gran Maestro de Magia Sórbont sobre esta alergia, así que fué, se encerró en su habitación y se tragó la llave de la puerta, provocando así quedar encerrado. Ya nada le importaba, extrañaba a su padre, por eso decidió dejarse morir.
Pasaron muchos días y nadie sabía de Enrique, así que decidieron ingresar a su cuarto con una llave mágica.
Entraron y lo único que vieron fue una paloma con una carta que decía:
-Mi hijo el joven Enrique decidió terminar su vida acá, porque creyó tener la alergia que su amigo le había contado. En realidad él solo se sentía deprimido por la falta de su familia y en sus más profundos sentimientos quería estar junto a mí. Por eso hice un intercambio entre su cuerpo y una paloma, la paloma es su representación que vivirá por siempre aquí, en esta escuela maravillosa, su cuerpo me lo he llevado al cielo conmigo… Él ahora está realmente feliz, lo único que lamenta es haberse ido sin saludar a sus compañeros y en especial a la mujer que vió a primera vista y se enamoró, Suspiro. Me despido y muchas gracias por cuidarlo ese poco tiempo que estuvo. Adiós.


Seudónimo: La misteriosa.
Nivel : "A"
"De la imagen a la palabra" -

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