domingo, 19 de octubre de 2008

¿Es verdadero el terror, aunque sea tan solo dentro de nuestra imaginación?

Fui escogido entre muchos para ser uno solo. Demasiada presión sobre mis hombros. Mutación de un experimento, lo había escuchado decir entre los científicos. No tengo recuerdos, porque en verdad no los tengo, no los construí, por lo tanto, no los olvidé. Atado con cadenas me encontré en mi mente. Restringido a los deseos de otros. Resultado de la ambición de todos. No puedo pensar por mi mismo, no debo pensar por mi mismo, pero, inevitablemente surge en mí: ¿Quién soy? Es una pregunta muy fácil para tan difícil solución. Revolución, independencia, mi mente tenía esos conocimientos, pero mi latente corazón estaba hundido en el pozo del destino, no podía reaccionar ante lo inevitable.
Ese día me encontraba más sensitivo y susceptible que otros, quizás era porque mi corazón estaba agotado de persistir, o sólo creía en la libertad… ¡Qué ingenuo corazón!
Abro los ojos, ¿y qué descubro? Me descubro a mí mismo. De repente, ¡dejen de mirarme! ¿Quiénes son ustedes? Son lo mismo que yo. Los descubrí a ellos, soy mente y corazón de otros. Los otros, ¿quiénes son los otros? No debería preguntarlo, no es mi naturaleza preguntar, sólo reaccionar y responder. Fueron más allá de la razón, crearon un alma, sufro ante la desolación de la creación.
Dolor, inevitable no sentirlo, mi mente se nubla con la tragedia de mi existencia. ¿Por qué existir para los deseos de los demás? Ellos no se preocupan por mí, por qué habría de quererlos, los odio por haberme creado.
Silencio. Es absurdo, mas escucho silencio, De repente, sonido agudo, punzante, aflicción, explosión de los sentidos, gritos… ¡son mis gritos!, la primera ocasión que escucho mi voz, ¿esa siempre fue mi voz?
¿Quién soy? Yo grito ¿Quién eres? Se escucha. Yo soy yo. Mentiras. Es todo una confabulación en mi contra ¡Ayuda! Nadie te puede ayudar ¿Por qué? Porque no conoces a nadie. No sirvo en lo más mínimo ¡Compasión! Jamás la sintieron, pero sí, demasiado respeto, no a mí, sino a su creación. Desaparecieron bruscamente, se olvidaron de mi existencia, o quizás simplemente nunca existí… ¿Qué es esto? ¿Agua?, gotas de lluvia. No. Estoy encerrado entre blancas paredes oscuras o acaso…. Son producto de mis ojos, lágrimas de ojos ciegos, que nunca vieron, pero siempre sufrieron. ¿Dónde estoy? Se escucha en eco. ¿Por qué a mi? Mientras rechino mis dientes. Estoy mojado, empapado en sudor ¡Quiero despertar de este sueño! ¡Quiero acabar en un mundo diferente! ... Caigo en un pozo con fondo.
Respiro, escucho, miro, siento. Mi mamá, ¿mamá? ¡Hijo! ¡A desayunar! Suspiro. Tan solo fue un sueño. Mi vida continúa, en la misma monotonía de siempre, mis piernas caminan, mi mente las guía, y mi corazón emana lágrimas de alegría. Tan solo una pesadilla, ridículo creer en los sueños. Los sueños son sólo una ilusión, si llegaran a suceder, nunca habrían sido sueños, sino objetivos. Sin embargo, ¿qué ocurriría si esto fuera un sueño, y lo otro realidad? Igual terminaría preguntándome ¿quién soy?, y en ningún lugar habría respuesta. Mi vida se reduce a la poca esencia de vivir. Yo soy yo, recuerdo de todos. Entonces… hay muchos “yo”, el yo que es la imagen en la mente de mi madre, y el yo que es la imagen en la mente de mi padre, de mis amigos, ¿qué sucedería si ellos se esfumaran? Sólo habría un yo, el yo que creo que soy yo. Devastación. Hastío. Ya es hora, cierro mis ojos. Ininteligible, oscuridad.
Asciendo la montaña, lo hago corriendo. Bruscamente me detengo ¿Qué es esto? Una cadena, ¿con qué me conecta? Con una piedra. Acabo de comprender. He logrado escapar. ‘Continúa huyendo’ recita mi corazón. Dispuesto, lo intento. Intento correr, sólo camino, avanzo unos escasos pasos y me detengo ¿Qué sucede? Le dice mi corazón a mis piernas, ¿por qué no avanzas? La piedra… me impide lograr mi salvación, visualizo hacia abajo. No puedo, es demasiado para mi. Infame injusticia. No me voy a rendir, al menos no tan fácilmente. Preciso un futuro, necesito planear mi vida. Sin una meta no hay salvación ¿qué deseo? Deseo morir antes que ser capturado. Muerte ¿quién es la Muerte? ¿Eres tú? Llévame te lo suplico. Angustia. Júbilo. Accedió a mi petición.
Exhalo, oigo, observo, percibo. Vuelvo a suspirar. Tan solo fue una pesadilla. Comprendo. ¿Qué es este lugar? Esta no es mi habitación… ¡Madre! ¡Responde! (Pánico) Garúan lágrimas de apesadumbrada pena. ¿Tengo madre? Creo que no. No conozco ninguna madre, si ni siquiera me conozco a mi mismo… ¿cómo es que puedo llegar a conocer a otro? (Locura) Ambición. Necesidad. Última oportunidad ¡Madre! Dolor de corazón. Pupilas dilatadas. Torpeza en movimientos. Tropiezo. Mis piernas no responden. Me ahogo ¡No las tengo! ¡Cortaron mis piernas! ¡Mamá! Ya no me escucho, me nublo, padezco. Este es mi fin….
Me desperezo, bostezo, lentamente despejo mis ojos, me descubro a mi mismo. Imaginación que subyuga mi mente. Mi sangre hierve ante la palpitación de las mullidas sábanas del amanecer. Mi lozano cuerpo contesta a los estímulos de mi entorno. Satisfacción. La ineludible reacción hacia el indómito movimiento de mis extremidades, deja a mi juicio en un estado de irreparable confusión ¡Insurrección de los sentidos! Hurtaron mi determinación a actuar. Quebrantaron los mandatos de su señor, mi persona. Mis más sublimes deseos no logran saciar mi sentir ¡Adóreme! Sino el tormento de mi espíritu abandonará a su paso secuelas inevitables.
Nunca antes había notado la trémula y vaga voluntad, mi sofocada determinación no le otorgó estabilidad, o quizás era al contrario… Mi inocencia me impedía mal pensar la veracidad de lo indudable ¿Por qué titubear? La respuesta no estaba plasmada dentro de mí, jamás me hubiera reflejado como un ser pensante, ni menos ruinoso y deslucido. Requería la sedición de mi existencia. Era necesario evidenciarla. Enclenque personalidad. Destrozo de la vida misma. Fuga de la razón, para hallar las palabras precisas de la hipocresía de la esencia mía. Ajena singularidad de mi íntimo interior que no me permite gozar de mi ser. No es esta la ocasión de titubear. Debo encontrar respuesta ante la pregunta: ¿y si no hay respuestas?
Cierro mis ojos y me desplomo ante lo inevitable de morir ¿En verdad habré muerto? O… acaso, ¿será todo fragmento de mi inventiva?
Despierto de la realidad y fallezco ante lo divino de soñar.

Seudónimo: Sakura Kiss
Categoría: Tema libre
Nivel: C

No hay comentarios: