domingo, 26 de octubre de 2008

Nada

Estaba perdida. No se encontraba ni aquí, ni allá. Ni lejos, ni cerca.
No había nada, sólo el vacío, una pequeña y casi imperceptible luz y la duda de saber dónde se encontraba.
Sabía nada más que a la noche había salido a caminar para cambiar de aires, relajarse, pensar en otra cosa, no pensar. Al parecer le había resultado bien. No se sentía tristeza, tampoco felicidad. En realidad no sentía nada. Todo aquello resultaba muy extraño. Nada, no sentía nada. Trataba de pensar en cosas feas o cosas muy alegres y sin embargo no sentía nada.
Habían pasado horas o días o simples minutos, al parecer el tiempo no se mostraba traicionero como de costumbre, tal vez ni siquiera habría tiempo, pero no le interesaba. Comenzaba a relajarse y ya no le importaba saber dónde estaba, ni cómo había llegado, sólo saber cómo salir. Quizás habría una puerta, ventanas, un teléfono, alguien mas…
Comenzó a gritar. No sabía por qué no se le había ocurrido antes, tal vez por el hecho de que no sentía el pánico, no sentía nada. Cerró la boca y seguía quieta.
En realidad ya no sabia si quería salir, después de todo no se sentía ni bien, ni mal. El querer salir simplemente formaba parte de su naturaleza. ¿Y salir para qué? No sentía nada por su familia, amigos, su novio, apenas se acordaba de ellos. Pensó si habrían notado su ausencia, pero no le importaba cualquiera que fuera la respuesta.
Seguía inmóvil. No hacia nada, ya que tampoco se sentía aburrida. No dormía, no sentía el sueño. Si miraba, miraba la luz. No sabía por qué, pero la miraba. Era lo único que se veía en aquel lugar, no llegaba a iluminar más que una pequeña porción. Observó el suelo, pero parecía no haber. Creyó que si intentaba pararse allí caería, pero no lo intentó, tampoco sentía curiosidad, no sentía nada.
Pasó más tiempo, pero no para ella. Seguía mirando la luz, pero ya sin sacar conclusiones, ni hacer indagaciones. No pensaba en nada. Ya no sólo no sentía, tampoco pensaba. No se movía, no se dormía, no sentía hambre, sed, tampoco frío, ni calor. Quizás hasta estuviera desnuda, pero no se habría percatado de ello, tampoco le habría interesado.
Entonces la luz desapareció, entonces ya no hacía nada. Tal vez ella ya no fuera nada.

Seudónimo: Tostada.
Categoría "Tema Libre"
Nivel "C"

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