domingo, 26 de octubre de 2008

La última batalla

Te voy a contar la historia en la que el reino de Pélor cambió para siempre.

Todo comenzó cuando el príncipe Aasimar, heredero del trono de Trethaark, pueblo del fuego, llamado así por la gran habilidad de sus guerreros para utilizar este elemento – se vio atraído por la princesa Naganny, futura reina de Pélor.

Aasimar la invito a visitar su palacio, ahí le propuso matrimonio. Debido, a la indecisión de la princesa, su estadía allí, duró unos cuantos días.

A causa, seguramente, de la avaricia y soberbia de Aasimar la princesa decidió volver a Pélor y no casarse con él.

El príncipe no debería enterarse, claro esta de lo contrario Aasimar se casaría con ella por la fuerza.

Naganny decidió escaparse, durante la noche, cuando todos dormían…

No te contaré el momento en que la princesa escapa, de lo contrario, esta historia demoraría demasiado; entonces, pasaré al momento en que amaneció.

El príncipe, al notar que Naganny no estaba, acudió a su padre, Moth, Rey y gobernante de Trethaark le comentó lo sucedido:

-Padre, he sido deshonrado—

-Cuéntame hijo- Respondió el rey

-La princesa con la que quería casarme, ha huido- Comentó Aasimar

-¿Qué princesa es esa que me nombras?- Preguntó

-La hija del rey de Pélor- Exclamó el príncipe

El silencio reino en la sala, por unos segundos, luego el príncipe agregó:

-Lucharé para recuperarla, me casaré con ella aunque eso sea lo último que haga-

-Si guerra quieres hijo, guerra tendrás. Convoca a todos los guerreros de Trethaark, derrotaremos a Pélor- Contesto Moth

El príncipe asintió y salio de la sala.

Me imagino que querrás saber qué sucedía, mientras tanto con la princesa, pues bien, Naganny le explicaba a su padre la causa de su escape. El rey, mando a un águila parlante - un ave blanca y marrón, con un pico que puede llegar a causar un daño similar al de las mandíbulas de un tiburón – hacia Trethaark, para descubrir que tramaba Aasimar.

Al día siguiente, el águila entra en Pélor, sobrevuela por las callejuelas de la ciudad hasta llegar al palacio en el que se encontraba el Rey, entro por una ventana que daba hacia el dormitorio real, se sentó en frente de Moth y comenzó a canturrear:

Aasimar se dirige hacia aquí, posee demasiados guerreros, Los Mortem Nunciatus

(El grupo de guerreros mas hábiles de Trethaark ) cuando los vi estaban en el monte Scar, vienen a caballo. Dentro de poco estarán cruzando el río Torm, y llegaran aquí en no menos de 3 días- al terminar de hablar, el ave salio por una de las ventanas de la sala.

Después de unos minutos el rey hablo a uno de sus súbditos:

-Vamos a comprobar si el ejército de Trethaark es tan terrible como dicen. Prepara a todos nuestros guerreros de inmediato – y así, el sirviente salio de la sala.

El día de la guerra no tardo en llegar, tres días después los Mortem Nunciatus se encontraban a pocos Lobs (una medida utilizada en esa época) de su destino

Los guerreros de Pélor ya estaban fuera de sus murallas.

La guerra se acercaba, la muerte se acercaba.

Era un día caluroso, filas y filas de arqueros de Pélor, se preparaban para el ataque.

Divisé, en el horizonte a los enemigos. Avanzaban veloz mente hacia nosotros.

El cielo se oscureció, una nube pensé yo, estaba muy equivocado. Una lluvia de flechas se aproximaban hacia nosotros

Alcé mi escudo, con la figura de un Águila, rodeado de Ralizes (Una piedra que se encuentra solo en el sur, es utilizada para forjar armas pesadas).

Sentí el impacto de las flechas sobre él a mí alrededor, veía a mis compañeros caer.

Avancé con rapidez, los dos bandos se enfrentaron cara a cara, y ahí comenzó la sangre. Tanto guerreros de Pélor como guerreros de Trethaark , caían devastados

El cielo se oscureció nuevamente, esta vez, flechas de los dos bandos volaban por los aires, noté algo raro en las flechas enemigas, agucé la vista y lo noté, flechas con fuego, en menos de lo que pensé, las flechas caían sobre nosotros, un guerrero se abalanzó hacia mi con su espada al frente, su arma tenia algo raro, era una espada flamígera, en ese momento, entendí por que lo llamaban el pueblo del fuego.

Luche contra el, recibiendo una herida en mi pierna, hundí mi espada en su pecho, y este callo, muerto sobre mi, tirándome al suelo, el cuerpo de el guerrero Tretharcano, me protegió de las flechas, me levante rápidamente y observe a mi alrededor.

Los guerreros enemigos, nos superaban en número entonces, la palabra de la derrota llego hacia mis oídos:

-¡¡Retirada!!- gritó Nañak, el jefe los guerreros de Pélor. No tuve más remedio que retroceder.

Los Mortem Nunciatus penetraron en la ciudad, destruían todo a su paso, entraron en el palacio real y capturaron a la princesa, mataron a todos los que se le interpusieran. Todos los que pudieron escaparon, los que no, fueron asesinados.

Lortez, uno de los mejores arqueros me dijo:

-Toma un cabal lo y huye lazaron, hemos sido derrotados-

Sin pensarlo dos veces, tome un caballo y me aleje de la ciudad.

Observe a Pélor, por última vez, devastada, en llamas. Di media vuelta y me aleje de allí.

Hoy yo, Lazarot como comandante de un ejército de diez mil hombres, venceré al reino de Trethark. Recuperaré mi pueblo.

Seudónimo: Armando Estevan Quito
Categoría: De la imagen a la palabra
Obra pictórica: Carpani 4
Nivel: "A"

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