domingo, 26 de octubre de 2008

“Un sentimiento perdido”

Érase una vez en un lugar muy lejano, entre las montañas y en soledad, un anciano hechicero muy egoísta llamado Loberet. Él nunca quiso a nadie y no dejaba que se acercara ningún niño a su casa, se decía que tenía poderes y a cada persona que pasaba por ahí, el lo convertía en roca. Esta zona era muy alejada de todo, en la cima de la montaña más alta se encontraba la casa del malvado mago. Había pocas flores, y pocos árboles, debido a que era un lugar bastante frío y a veces nevaba.
Un día se acercaron tres niños a su castillo alto, tenebroso y escalofriante, y golpearon a su puerta. Al cabo de un momento, Loberet abrió la puerta y diciendo unas raras palabas intentó transformarlos en piedra, pero para su sorpresa, no pudo hacerlo. Entónces los niñitos dijeron:
-No nos puedes hacer daño porue somos ángeles enviádos por Dios, con la tarea de cambiar a la gente y hacerlos mejores personas, nuestros nombres son Paz, Armonía y Felicidad.
Por eso, los adorables chicos le propusieron un acuerdo, el mago debería resolver un acertijo en tres días y le dieron un apista:
-“El sentimiento que salvará tu alma del mal camino, encontrarás escito en uno de los tres grandes puentes” , si logras resolverlo te daremos una esmeralda mágica que te dará poderes ilimitados.
Y Loberet respondió: - acepto el trato..
Más tarde, esa noche, luego de cruzar el puente, el brujo deberá hallar en la primer montaña tres mensajes. Si con su inteligencia y saber logra decifrar el acertijo, antes propuesto, los ángeles le dirán donde está la esmeralda, Pero si no logra decifrarlo él hará lo que los seres celestiales le digan.
Al llegar a la montaña señalada, el hombre encontró estas palabras: ROMA, CAMINO y NO COMIENCES DEL PRINCIPIO. El anciano sonrió y satisfecho contestó, sin lugar a equivocarse:
-Ya lo he decifrado, “todos los caminos conducen a Roma”.
Los ángeles también sonrieron, se miraron y le respondieron:
- El verdadero significado no es Roma es Amor, “sigue el camino del amor”.
Así el hechicero, aceptó su derrota y les dijo a los ángeles:
- Los escucho, pueden pedirme lo que deseen.
Y ellos le contestaron:
- Debes deshacer el hechizo que haz hechado sobre las personas y los niños petrificados.
- ¿Y cómo hago eso? – Preguntó el brujo. Y los de puro corazón hicieron aparecer ,en ese mismo instante, la esmeralda brillante, pequeña y resplandeciente en sus manos y le dijeron al hombre:
- Debes arrojar esta joya al fuego y algo cambiará en ti.
Y el mago tomó la esmeralda y la lanzó hacia las llamas que estaban a su lado, alumbrando la noche. Y como los ángeles afirmaron, su corazón se transformó tanto que llegó a ser tan bueno y puro como el corazón de cada ángel.
Y así fue como Loberet llegó a amar a los niños, a las demás personas y llegó a vivir en su hogar con los sentimientos que cada niñito representaba, paz, armonía y felicidad.

Seudónimo: Anastrianna Jade
Nivel:"A"
Categoría:De la imagen a la palabra

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