domingo, 19 de octubre de 2008

Las lejanas costas de oriente

“Había una vez en un país muy lejano una bruja muy malvada que tenía cautivo a un pobre niño. La familia del niño decidió contactarse con las autoridades coloniales inglesas e informarle lo sucedido. Estos contactaron a la Scotland Yard quienes enviaron a dos detectives. Pero pronto se dieron cuenta de que era un caso muy difícil.”
Fue por eso que llamaron a mi amigo el doctor Sherlock Holmes para que los ayudara. Mi amigo se había retirado de su hobby pero yo lo incité para que acepte el caso y tenga una nueva aventura en las lejanas costas de China.
Nos fuimos de nuestro apartamento en Baker Street y nos tomamos un taxi. Pensar que hace 18 años debíamos tomarnos un coche para luego ir a la estación de trenes para luego ir a Devonshire. Nos tomamos el crucero Queen Mary rumbo a la colonia de Hong Kong el día 5 de mayo de 1930. Cruzamos el mar Mediterráneo hasta Egipto, por el canal de Suez, al mar Rojo hasta Bombay y nos tomamos un tren a Calcuta y vimos al gran Ganges. Teníamos que esperar unas cuatro horas hasta que nuestro barco zarpara; pudimos apreciar como la epidemia de influenza había devastado a nuestra colonia. Fuimos a una cantina de opio para deleitarnos con el exquisito fruto de las amapolas cuando escuchamos decir a un chino que hablaba con un americano que tenía esclavos suficientes para su proyecto. Seguimos al misterioso caballero hasta el puerto y averiguamos que se embarcaría en el mismo barco que nosotros.
En nuestro viaje no supimos más de nuestro compañero. Cruzamos el estrecho de la sonda donde se encontraba el Krakatoa. Atravesamos el estrecho de Karimata hasta el mar de China Meridional y luego por fin llegamos. Cuando bajamos del barco nos dirigimos al consulado. Ellos nos dijeron que al otro día iríamos a la aldea en el interior. El primero de Julio salimos de la ciudad y nos dirigimos a la selva. Mi amigo y yo interrogamos a la madre y ésta nos dijo que su hijo fue raptado por la bruja de la colina y que ésta tenía una caja con voces del mas allá. Fuimos a la colina y encontramos a un hombre con una gran melena en la cabeza y que tenía una radio y hablaba con otra persona. Cuando nos vio sacó un rifle y nosotros lo acribillamos. Cuando lo matamos tomamos la radio y contactamos al otro sujeto y le pedimos indicaciones. Nos dirigimos al valle donde nos indicó el hombre y encontramos que en el lugar había una excavación petrolífera. El hombre de la taberna se nos acercó y reconocimos que era sir Henry. El hombre que una vez ayudamos mató a Sherlock antes de que pudiéramos reaccionar pero cuando saqué mi arma no fallé. Unos segundos después una brigada del ejército Inglés llegó y liberó a todos los cautivos.
El día 7 de julio de 1930 mi amigo Sherlock Holmes murió a manos del descendiente de Hugo Baskerville y yo, el doctor John E. Watson, nunca me lo perdonaré.

Seudónimo: Hernesto Grogi
Tema libre
Nivel 'C'.

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